ENFERMEDADES NINFAS

24.03.2014 22:06

ENFERMEDADES EN NINFAS

Problemas y Enfermedades

Es posible que en algún momento tu pájaro necesite ayuda profesional, cuando sea muy poco lo que pueda hacer un profano. En estos casos no lo dudes y acude inmediatamente al veterinario. Transporta a tu pájaro enfermo en una caja pequeña, acolchada, bien aislada, y bien ventilada; o en una pequeña jaula de transporte diseñada especialmente para este fin y cubierta con una tela aislante. El tratamiento recomendado por el veterinario puede incluir una mayor temperatura en la pajarera o en la jaula, la aplicación de luz infrarroja, etc, dependiendo de la enfermedad o trastorno que se haya diagnosticado. Si eres propietario de muchos pájaros, conviene poner el pájaro enfermo en una jaula hospital o jaula de cuarentena, para ayudar a evitar el contagio de la enfermedad y también para que el pájaro con problemas pueda reposar. Si el pájaro estuviera muy enfermo, deberías poner más arena que la normal en el suelo de la jaula para que el pájaro enfermo pueda posarse sobre ella, e instalar una percha cerca del suelo.

ENFERMEDADES Hay muchas enfermedades que pueden afectar a tus Carolinas, pero afortunadamente pocas de ellas son comunes. Naturalmente, en un libro de este tamaño es imposible enumerar todas las enfermedades de las aves, e igualmente imposible hablar de los tratamientos para cada una de ellas. Sin embargo, como el conocimiento de los signos de las enfermedades es una preocupación vital para todo propietario de pájaros, el autor da a continuación una lista de las más comunes y/o graves. Los resfriados se caracterizan por la secreción nasal, los estornudos, el plumaje esponjado y la pérdida del apetito. Si no se tratan, los resfriados pueden evolucionar hacia enfermedades respiratorias más graves. Proporciona calor, evita poner la jaula en lugares donde haya corrientes de aire, y consulta a un veterinario. La conjuntivitis es una inflamación de la delicada membrana que recubre la parte interior del párpado y las partes expuestas del ojo. La conjuntivitis puede ser causada por un resfriado, por corrientes de aires, por infecciones y por irritaciones locales, o por enfermedades respiratorias. Los trastornos de la molleja, a menudo asociados con una diarrea, suelen ser también causa de vómitos. Puede tratarse de una infección de bacterias coli y otras, y hay que recurrir al veterinario lo más pronto posible. Diarrea es una palabra usada para la deposición de excrementos líquidos o mojados. Puede ser un síntoma de infecciones intestinales (enteritis), por ejemplo, colienteritis, salmonelosis o pseudotuberculosis. Otras causas posibles incluyen la psitacosis, los parásitos y los alimentos en mal estado. La diarrea produce una rápida desidratación y exige un tratamiento urgente. Es posible confundir la deposición de una cantidad excesiva de uratos {poliuria) con la diarrea. Consulta a un veterinario en cuanto te sea posible. La cloaca sucia es una indicación común de diarrea y de problemas de riñones. Hay que consultar al veterinario. Los ectoparásitos son parásitos que viven fuera del anfitrión, por ejemplo, piojos, ácaros, pulgas y garrapatas. Son raros en las Carolinas, pero pueden aparecer en las pajareras al aire libre superpobladas. Se necesita un tratamiento rápido y completo. El bloqueo ovulares un estado en el cual el huevo no puede pasar por el oviducto. Produce shock e inflamación local. Si el huevo es visible, aplica aceite y espera que el huevo pase al cabo de pocos minutos. De no ser así acude inmediatamente a tu veterinario. Un tratamiento con antibióticos después de la extracción del huevo puede ser muy importante. Los endoparásitos son parásitos que viven en el interior del anfitrión, por ejemplo, lombrices, amebas, etc. Son raros en las Carolinas que viven en interiores, pero pueden aparecer en las pajareras al aire libre; se requiere un inmediato tratamiento veterinario. Sacarse las plumas es un vicio común en los grandes loros, pero es raro en las Carolinas. Entre las posibles causas podemos mencionar el aburrimiento y las carencias alimenticias, para nombrar sólo las principales. Hay que proporcionar a los pájaros abundante cantidad de verduras, frutas y ramas naturales. El plumaje esponjado indica que el pájaro trata de conservar calor, y es un síntoma de muchas enfermedades infecciosas y no infecciosas. Consulta a un veterinario para que haga un diagnóstico adecuado. La muda es un cambio normal del plumaje, y no es una enfermedad. Las Carolinas jóvenes mudan por primera vez más o menos a los seis meses de edad, y a partir de entonces mudan una o dos veces por año. En las Carolinas, la muda es un proceso gradual, que dura varios meses y que muchas veces ni siquiera es detectado por el propietario. La prolongación excesiva del proceso de la muda es patológica. Puede ser indicación de una enfermedad crónica o de una carencia dietética. La «muda francesa» es una anormalidad del plumaje que afecta principalmente a muchos periquitos, pero sólo ocasionalmente a las Carolinas. Es causada por un virus, y requiere tratamiento veterinario. La obesidad es la excesiva acumulación de grasas y está relacionada con la sobrealimentación (debida al aburrimiento, a un exceso de golosinas, etc.) y con la falta de ejercicio, por ejemplo, si la jaula es muy pequeña, o si las perchas están muy próximas entre sí, o si hay demasiados accesorios que limitan el espacio disponible para volar. Trata de incitar, pero sin forzar, a los pájaros para que vuelen, y desde luego, controla y cambia su dieta según sea necesario. Vejez: La duración estimada de la vida de una Carolina en cautividad es de 12 a 14 años. En condiciones naturales, es poco probable que una Carolina alcance esta edad. Un pájaro viejo puede sufrir trastornos crónicos del corazón y gota y puede tener dificultades para posarse en las perchas. Para que el pájaro esté cómodo, reduce la altura de las perchas, acércalas entre sí, y pon más arena en el suelo. Si fuera evidente que el pájaro sufre, consulta al veterinario. El pico excesivamente desarrollado es una consecuencia común de enfermedades virales o parasitarias en cacatúas y periquitos, respectivamente, pero ambos trastornos son raros en las Carolinas. Un pico excesivamente desarrollado interfiere con el descascarillado de las semillas y con la limpieza del plumaje. El pico tiene que ser recortado por alguien que tenga experiencia.

Las uñas excesivamente desarrolladas son muy comunes en los pájaros enjaulados, especialmente si hacen poco ejercicio y si el tamaño de las perchas no es el más adecuado para el desgaste natural de las uñas- Los pájaros con este problema pueden tener dificultades para posarse en las perchas. Mantón la pata (rente a una luz fuerte y localiza la línea oscura en cada uña. Recorta las uñas con un cortaúñas afilado justo antes de ese punto. Conviene que una persona con experiencia te ayude, al menos las primeras veces. El envenenamiento de una Carolina puede ser producido por numerosas toxinas vegetales, consuntivas y químicas. Enire las plantas venenosas podemos mencionar la ponsetia, el «muguet", la sansevíera, el filodendro, el ciclamen, el oleandro, la azalea, el narciso, las ramitas de tejo, el enebro, etc. Los venenos consuntivos incluyen el alcohol, el tabaco y otros productos con nicotina, los alimentos tónicos o estimulantes, el chocolate en grandes cantidades, etc. Algunos de los venenos químicos más comunes son el plomo, el cobre (cardenillo), el cinc, los insecticidas, los raticidas, la mayor parte de las drogas, los humos provenientes de la combustión de algunos plásticos, etc. La psitacosis es causada por un agente infeccioso de tipo viral. Los pájaros enfermos puede que no muestren signos reconocibles o bien pueden exhibir un malestar general con disnea, secreciones oculares o nasales, o diarrea. La psitacosis se puede contagiar al ser humano, en el que causa síntomas graves similares a los del resfriado, muchas veces con neumonía. Evidentemente se requiere un urgente tratamiento profesional. Las enfermedades respiratorias de las Carolinas suelen ser el resultado de infecciones, como resfriados, aspergilosis, psitacosis. Hay que consultar al veterinario. La salmonelosis o enteritis paratifoidea es una enfermedad bacterial que causa una grave septicemia, hepatitis, y enteritis. La enfermedad es contagiosa de y para el ser humano. Se transmite oralmente por aumentos o excrementos infectados de aves, roedores, moscas, cucarachas, etc. Esta enfermedad puede causar graves problemas en las pajareras con muchos pájaros, pero es poco común en el caso de pájaros únicos. Los vómitos pueden ser signo de infección de la molleja o del buche y requieren urgente tratamiento por un veterinario. El pájaro también puede tener diarrea y experimentar pérdida de peso. Las heridas suelen ser resultado de accidentes o de peleas. Las pequeñas heridas pueden dejarse solas, y las de mayor consideración pueden requerir de puntadas o de otros tipos de tratamiento. Evita las peleas, aislando a los pájaros agresivos.

CIRUGÍA En casos de picos excesivamente desarrollados es necesario recortar el pico. Hay que sujetar firmemente el pico del pájaro y limarlo o cortarlo cuidadosamente. Este procedimiento exige experiencia y conocimientos y sólo puede ser llevado a cabo por un profesional porque el pico puede quebrarse o puede dañarse la estructura ósea. Las fracturas son el resultado de accidentes y suelen asociarse con el shock. En este caso puede ser más beneficioso mantener al pájaro en reposo en un lugar tranquilo durante algún tiempo que entablillar la fractura inmediatamente. El tratamiento de las fracturas exige los conocimientos y experiencia de un veterinario.El anillado no es un procedimiento de cirugía sino que es usado por los criadores con fines de identificación. Sólo se puede anillar con anillas cerradas a los polluelos de entre cuatro y diez días de edad. Las anillas estrechas pueden encarnarse más tarde en la pata causando la necrosis de las partes que quedan por debajo de ellas. La extracción de las anillas encarnadas es muy difícil y requiere de la experiencia y de los instrumentos de un veterinario. El corte de uñas es necesario si éstas crecen excesivamente. Hay que tener cuidado de no cortar el «nervio» o vaso sanguíneo que se extiende dentro de la uña. Recortar las alas es un método indoloro (si se hace correctamente) de impedir temporalmente que un pájaro vuele, al menos hasta que las plumas vuelvan a crecer (aproximadamente al cabo de unos seis meses). El método más usado consiste en dejar las dos remeras primarias exteriores y cortar las demás. Otra variante consiste en cortar las primarias una por medio, cortando las plumas de una o de ambas alas. Es importante no cortar las plumas demasiado cerca del ala. De no ser así podría dañarse el «cañón», lo que a su vez podría causar un mal crecimiento de las plumas.

 

ÁCAROS Los ácaros de las plumas se dividen en ácaros inofensivos, que viven sobre la piel así como en las plumas, y ácaros muy pequeños, que pueden escarbar en el cañón y el folículo.

Los primeros, Syringophilus bipectioratus, suelen encontrarse en aves salvajes, ninfas (carolinas), canarios, y palomas. Se alimentan de desechos de las plumas y la piel y pueden provocar irritación que conducen al mal hábito de desplumarse. Los segundos, Dermoglyphus elongatus, anidan en la estructura de las plumas.

Solo existe una terapia segura contra los ácaros de las plumas. Mantenga su aviario o jaula lo más limpio posible. Deje que las aves se bañen tanto como quieran, y mantenga alejadas a las aves salvajes utilizando todos los medios que tenga a su alcance. Estas precauciones ayudaran a controlar al ácaro rojo de las aves Dermanyssus gallinae. Este ácaro vive en el exterior, se refugia durante el día en grietas y hendiduras, en perchas y caja-nido, y luego reaparece de noche para atormentar a las aves alimentándose de su sangre. Un ácaro no necesita mucha sangre, pero en gran número estas plagas pueden causar un daño indecible, debilitando a sus aves y propagando enfermedades. Las aves del nido pueden estar constante y severamente atormentadas por estos ácaros chupadores de sangre. Es importante pues que en cada sesión de limpieza examine a fondo sus jaulas, aviarios, utensilios, etc., para ver si hay ácaros. Un cristal de aumento le ayudara eficazmente. Cubra una jaula con un paño por la noche y examínela al día siguiente para comprobar si hay minúsculas manchas rojas en la tela. Si las hay, la tela debe quemarse o empaparse en petróleo y luego lavarse con detergente antes de usarla de nuevo. Y debe limpiar y rociar con un pulverizador la zona donde tenga a las aves.

El ácaro rojo de las aves pueden vivir durante semanas o incluso meses sin ninguna ración de sangre. En dicho momentos los ácaros son difíciles de detectar ya que son traslucidos hasta que de nuevo tienen la oportunidad de alimentarse de sangre. A temperaturas de 20º, los ácaros pueden reproducirse cada cinco días. Sobreviven en aviarios de exterior incluso en épocas de fuertes escarchas. Los ácaros rojos (y otras especies de ácaros) pueden ser introducidos en su aviario en cualquier momento por aves en libertad tales como gorriones, estorninos y palomas que se posen en el tejado del aviario para arreglarse el plumaje con el pico. O pueden ser introducidos al llegar una nueva remesa, especialmente de aves de grandes almacenamientos.

Muchos insecticidas son efectivos contra los ácaros rojos. La mayoría de ellos contienen piretrina, extraída de la flor del piretro, un tipo de crisantemo. Así, la piretrina es una sustancia natural al mismo tiempo que inocua para la salud. La piretrina es también eficaz contra las garrapatas, los piojos, las pulgas y los ácaros. Aplíquela a todas las partes de la jaula, aviario, utensilios, etc. Cuando trate a sus aves, dedique especial atención al cuello, al área de alrededor del ano y a la zona de debajo de las alas. No devuelva a las aves a sus antiguos alojamientos hasta que todo esté completamente seco. Repita el tratamiento después de varios días para asegurarse de eliminar cualquier huevo de insecto.

 

ASPERGILOSIS O NEUMONÍA DE LAS INCUBADORAS La causa de esta enfermedad es la inhalación de esporas de hogos, particularmente las del hongo Aspergillus fumigatus. Ciertas plantas, tales como las pertenecientes al Genus Asperula, pueden contribuir a producir esta infección. También el pan enmohecido, las semillas, los desperdicios, el heno, la paja y otras cosas similares pueden causar aspergilosis. Las esporas producen toxinas venenosas que dañan determinados tejidos pulmonares, los orificios nasales, cavidades de la cabeza, bolsas de aire, etc., lo que provoca una acumulación de pus con aspecto de queso amarillo que, naturalmente, dificulta la respiración profunda y despejada. El ave pierde todo interés por la comida, con el desafortunado resultado de que se debilita cada vez más. Algunas aves llegan incluso a agitar la cabeza y a alargar el cuello una y otra vez como intentando superar la obstrucción. Todavía no se ha encontrado ningún remedio satisfactorio para resolver este problema, por lo que lo mejor es llevar a su ave a un veterinario especialista en aves. Genéticamente los ejemplares presentan una mayor o menor resistencia hacia esta enfermedad. La transmisión vertical de las esporas (a través del huevo) es posible, produciéndose la muerte del embrión o el nacimiento de las crías infectadas. Esta enfermedad también puede contagiarse a través de las máquinas incubadoras, de aquí también el nombre de "neumonía de las incubadoras". En la transmisión de esta enfermedad es más importante el ambiente que el contagio con un ejemplar enfermo. El contagio de un ejemplar enfermo a otro sano es muy difícil, debiendo existir un estrecho contacto entre ambos.

Es muy importante que las semillas que compre sean frescas, nunca viejas o enmohecidas. No les dé a las que están esparcidas por el suelo la más mínima oportunidad de enmohecerse. Limpie regularmente la jaula o el aviario de comida dispersa. Intente evitar que el polvo y las esporas de las plantas se introduzcan en el aviario en primavera y otoño, especialmente si vive cerca de un almacén de madera o de cualquier lugar donde se almacene heno (debe tener realmente cuidado con el heno húmedo). Siempre que un ave haya sido infectada, el aviario o jaula debe someterse a una inspección intensiva, seguida de una limpieza a fondo. Al final, desinféctelo todo pulverizando con una solución que contenga un 1% de sulfato de cobre antes de volver a colocar las aves dentro.

Los factores que influyen en la aparición de esta enfermedad son: 1. Abuso de antibióticos. Los antibióticos, al eliminar las bacterias competidoras naturales de los hongos, favorecen el desarrollo de estos. 2. Alta humedad, temperatura y condiciones de aerobiosis. 3. Semillas enmohecidas, envejecidas ó pulverulentas. 4. Infecciones primarias de origen bacteriano o vírico. 5. Falta de higiene. 6. Estrés. 7. Inmunodepresión (bajada de las defensas orgánicas). 8. Edad. Los adultos son más resistentes que los mas jóvenes y viejos. 9. Carencias nutricionales: en particular falta de vitamina "A". 10. Germinación de semillas sin las debidas garantías. 11. Los aviarios mal ventilados, sucios y sometidos a altas temperaturas son el caldo de cultivo ideal para el desarrollo de esta enfermedad.Prevención: Dada la dificultad del tratamiento, es muy recomendable llevar a cabo medidas de profilaxis. La prevención es la mejor arma para combatir las enfermedades. Entre las medidas de prevención destacamos las siguientes: 1. Evitar un ambiente cálido y húmedo. En épocas de calor y humedad hay que extremar la vigilancia. 2. No administrar semillas o pasta de cría enmohecidas y en general alimentos deteriorados, mal conservados o caducados. Las toxinas de los hongos pueden producir inmunosupresión. 3. Los alimentos húmedos que administremos deben ser renovados varias veces al día, especialmente en el periodo cálido. 4. No almacenar alimentos durante largos períodos de tiempo. Comprar en pequeñas cantidades, según consumo. 5. Los alimentos extrusionados son utilizados en muchos países con óptimos resultados, ya que estén libres de microorganismos o al menos están presentes en menor cantidad. 6. No abusar de los antibióticos, ya que, al suprimir la flora intestinal, se contribuye al desarrollo de los hongos y la aparición de la enfermedad por exclusión competitiva. 7. Utilizar periódicamente productos fungicidas para la desinfección. 8. Administrar regularmente prebióticos específicos para que controlen los hongos patógenos. 9. Adecuada ventilación del local, procurando la entrada de los rayos solares, que tienen una acción antiséptica.

 

BOCIO El bocio, que es un aumento anormal de la tiroides, solía ser una enfermedad particularmente común entre las ninfas (carolinas) cautivas, inseparables y periquitos. Por fortuna, esta afección ha dejado de ser un caso frecuente ya que la arena para jaula que se comercializa normalmente está tratada con yodo. El problema puede darse todavía, sin embargo, en zonas en que al agua potable le falte yodo.

El bocio se caracteriza por una hinchazón externa del cuello del ave. El crecimiento, que presiona contra el buche y la traquea, es interno, y cualquier esfuerzo, tal como volar y correr, hace que el ave se quede sin aliento muy rápidamente. Es frecuente que el ave tenga una respiración pesada, las alas muy extendidas y el buche y el cuello colgantes. También puede emitir un agudo chillido o sonido silbante cada vez que respire. Para ayudarse a sí misma a respirar con más facilidad, el ave a menudo descansara su pico contra los barrotes de la jaula o sobre una percha o rama de árbol paralela.

Su estado empeorará si usted no actúa inmediatamente. El ave puede empezar a andar en círculos, acto indicativo de infección cerebral. Luego podría seguir la muerte súbita, causada por asfixia, fallo cardiaco o debilidad debida al consumo insuficiente de comida. En el caso de un desorden serio de la tiroides, déle al ave glicerina de yodo. La mezcla correcta para ninfas (carolinas) es una parte de tintura de yodo por cinco partes de glicerina. Como alternativa, una mezcla de nueve partes de aceite de parafina por una parte de glicerina de yodo, administrado con un cuentagotas de plástico directamente en el pico y de manera intermitente durante un periodo de tres días, normalmente obra maravillas. Si los síntomas persisten, visite a su veterinario de aves.

 

BUCHE ÁCIDO

El buche ácido es por lo general el resultado de una oclusión de la salida del buche debido a algo que haya comido el ave (una pluma pequeña, por ejemplo). El contenido del buche empieza a fermentar desprendiendo dióxido de carbono, y, como resultado, el buche se llena de gases. La ninfa vomita un líquido espumoso, y su cabeza y su pico aparecen manchados con mucosidades.

La ninfa debe sujetarse cabeza abajo y debe masajearse el buche suavemente para ir sacando el gas y parte del fluido acumulado (que es esencialmente agua). Mantenga al ave caliente y ofrézcale agua a la que se haya añadido un poco de permanganato de potasio.

Si sospecha que una de sus ninfas tiene buche ácido, consulte a su veterinario de ave lo mas pronto posible.

 

COCCIDIOSIS Los coccidios son protozoos microscópicos parásitos que se dan con poca frecuencia en las ninfas. Abundan en los excrementos, son consumidos por las aves y maduran en los intestinos. Ordinariamente, no supone ningún peligro para las ninfas. Las aves pueden estar infectadas durante mucho tiempo antes de que nadie lo note. Sin embargo, consulte a un veterinario de aves en caso de que note una reducción gradual del apetito, típicamente acompañada de perdida de peso y excrementos sueltos que podrían ser algo sanguinolentos. Estos síntomas podrían apuntar a un caso de coccidiosis. Si se confirma, las sulfamidas podrían ser de gran ayuda. Es importante comprobar que las aves recientemente importadas no sufran coccidiosis. La prevención depende de una higiene y salubridad adecuadas.  

 

CONGELACIÓN Los días fríos de invierno (y noches) plantean la posibilidad de que se les congelen los dedos de las patas. La congelación puede tener lugar cuando las ninfas (carolinas) se aferran a la tela metálica durante demasiado tiempo, y a veces tienden a hacerlo si están asustadas. Las perchas que son demasiado delgadas pueden también causar problemas porque los dedos de las patas de las aves están parcialmente descubiertos y, por tanto, no están protegidos por las plumas. En dichos casos, obviamente necesita sustituir las perchas. Si utiliza cajas dormitorio, cubra el fondo con una capa aislada de turba de musgo.

En los casos de congelación, no se puede hacer mucho, a excepción de consultar a un veterinario, quien seguramente le recetará algún tipo de crema. La parte helada se vuelve oscura y rígida, tiesa y dura, y se seca y se desprende sin daño aparente para el ave. Al primer indicio de infección, trate la herida inmediatamente con yodo no cáustico.

Las ninfas (carolinas) tienen unas patas llamadas cigodáctilos, que significa dos dedos proyectados hacia delante y dos hacia detrás. Son muy susceptibles a la congelación.

 

DIARREA Varios factores pueden ser responsables de los trastornos intestinales en las ninfas (carolinas). Uno de ellos es la mala alimentación, pobremente seleccionada o en malas condiciones debido al deterioro, o incluso venenosa. Otras posibles causas de la diarrea son la obesidad, las infecciones respiratorias o intestinales, el calor excesivo o un exceso de proteínas en la dieta. Además, muchas infecciones bacterianas o víricas provocan trastornos intestinales junto con otros síntomas.

Los síntomas visibles del deterioro de las funciones intestinales son la apatía, una postura encorvada y la diarrea. En los casos serios, el ave abandona las perchas para descansar en el suelo, a menudo sentada en un rincón con la cabeza bajo el ala. El ave quizá beba un poco pero tendrá poco apetito. Los excrementos serán líquidos. Si su ave sufre cualquier tipo de trastorno intestinal, lo mejor es llevarla a un veterinario de aves, aunque puede intentar alguno de los siguientes remedios caseros. Puede darle al enfermo infusión de manzanilla, arroz hervido, copos de avena y ramitas de mijo. Puede asimismo proporcionarle agua de arroz en vez de agua potable habitual, o puede utilizar un preparado comercializado llamado Norit. Disuelva una tableta de Norit en una cucharada de agua y dé al ave una o dos gotas en el pico, usando una jeringuilla o un cuenta-gotas medicinal de plástico. (Norit, no el detergente)

Como en el caso de otras enfermedades, traslade al ave enferma a una jaula hospital, que debe estar, como ya se ha dicho, a una temperatura de unos 32ºC. Junto con los antibióticos u otra medicación prescrita por el veterinario, la tranquilidad y la calidez ayudarán al ave a recuperarse con rapidez.

Los alojamientos mal ventilados cuando el tiempo es cálido también pueden provocar trastornos intestinales, así como el frío y las corrientes de aire. Las temperaturas extremas, especialmente los cambios bruscos, son una amenaza para la salud de sus aves. El agua fría es un problema especial en los aviarios de exterior, especialmente en climas rigurosos donde los dispensadores de agua podrían helarse y las aves tendrían que pasar sin agua durante varias horas.

El envenenamiento también puede causar problemas intestinales. Las aves pueden envenenarse con comida pasada o con sustancia venenosas. No exponga al ave a insecticidas y otros pulverizadores químicos. Si sospecha que sus ninfas (carolinas) están envenenadas, colóquelas en un ambiente cálido y bien provisto de alimento verde fresco y agua potable en la que se haya disuelto un poco de bicarbonato de soda (aproximadamente 1 gramo por vaso lleno de agua). Otros buenos purgantes son la leche fresca o unas gotas de Pepto-Bismol. Nunca les dé bicarbonato de soda durante más de tres días seguidos. Puede darse un tipo especial de envenenamiento cuando las aves consumen cantidades excesivas de proteínas, especialmente durante la época de reproducción. Las mismas circunstancias pueden ser favorecidas por un exceso de masón al huevo o de comida blanda. A menudo un criador simplemente se olvida de que el masón al huevo debe darse además de, no en vez de la comida habitual. Las aves afectadas mostrarán de pronto todos los síntomas típicos del envenenamiento: parecen desanimadas y adormecidas, tienen la respiración fatigosa y dejan de volar. A menudo sufren fuertes diarreas, las cuales pueden incluso conducir a una muerte rápida.

Por un lado, la diarrea puede ser un síntoma de gran cantidad de enfermedades propias de las aves; por otro, usted no tiene por qué sospechar que existan serios problemas de enfermedad si el único síntoma que observa es la diarrea. Si no hay otros indicios de una enfermedad seria específica, puede tratarse simplemente de un caso de indigestión ordinaria.

Una Deposición liquida no siempre es diarrea. Las ninfas (carolinas) podrían estar reaccionando al miedo a ser cogidas en la mano o incluso haber ingerido demasiado liquido. Aun así, si observa que su ave tiene diarrea, lo más sensato es consultar a un veterinario especializado.

 

ENFERMEDADES EN LOS OJOS Las ninfas (carolinas) son propensas a varios tipos de infecciones oculares. Algunas son resultados de la complicación de un resfriado y son causadas por una bacteria o virus. Otras posibles causas de las infecciones son la deficiencia de vitamina A o el uso de pulverizadores aerosoles o semillas polvorientas que irritan el ojo. El ave generalmente cierra los ojos afectados, los cuales están lacrimosos y tienen bordes inflamados (blefaritis).

Las infecciones bacterianas a menudo comienzan a causa de la suciedad en las perchas. El ave puede contraer fácilmente una infección pasando el pico a lo largo de una percha sucia. Otro factor en la propagación de infecciones oculares es el transporte de grandes remesas de aves en cajas pequeñas y atestadas, así que busque el problema en aves recientemente importadas. Este tipo de infecciones provoca una acusada inflamación de los bordes de generalmente un solo ojo.

Traslade al ave a un ambiente cálido, preferiblemente a una jaula hospital. Limpie los ojos con ácido bórico diluido al 5% o aplique una pomada antibiótica oftálmica dos o tres veces al día (la Neosporina oftálmica o la Neopolicina son unos buenos productos). Unos pocos días de tratamiento normalmente son suficientes para asegurar una rápida recuperación. No está de más consultar a un veterinario especializado acerca del problema.

Los ácaros Knemidókoptes (provocadores de las escamas faciales) también pueden irritar indirectamente los párpados y los ojos cuando las típicas costras aparecen en la región ocular. Trate las costras y los bordes del ojo con una pomada oftálmica de penicilina.

Una falta de vitamina A puede conducir a pequeños bultos similares a verrugas en los párpados. La mejora de la dieta ayudará, pero en cualquier caso el ave enferma debe ser aislada, ya que estas pequeñas verrugas también pueden ser un síntoma de difteroviruela aviar de los psitácidas, una enfermedad contagiosa que debe ser tratada por un especialista.

Los casos serios de infección ocular pueden conducir a la ceguera total de uno o de los dos ojos. Este resultado viene normalmente precedido por un fuerte lloriqueo tras el cual la pupila del ojo afectado se vuelve de un color blanco lechoso. Las aves que se quedan parcial o totalmente ciegas pueden mantenerse vivas en una jaula pequeña. Al principio, ponga la comida y el agua en el suelo de la jaula, preferiblemente en un plato de cerámica poco profundo. Aunque tarda un poco, con el tiempo el ave ciega llega adaptarse.

 

ENVENENAMIENTO El envenenamiento también puede causar problemas intestinales. Las aves pueden envenenarse con comida pasada o con sustancia venenosas. No exponga al ave a insecticidas y otros pulverizadores químicos. Si sospecha que sus ninfas (carolinas) están envenenadas, colóquelas en un ambiente cálido y bien provisto de alimento verde fresco y agua potable en la que se haya disuelto un poco de bicarbonato de soda (aproximadamente 1 gramo por vaso lleno de agua). Otros buenos purgantes son la leche fresca o unas gotas de Pepto-Bismol. Nunca les dé bicarbonato de soda durante más de tres días seguidos. Puede darse un tipo especial de envenenamiento cuando las aves consumen cantidades excesivas de proteínas, especialmente durante la época de reproducción. Las mismas circunstancias pueden ser favorecidas por un exceso de masón al huevo o de comida blanda. A menudo un criador simplemente se olvida de que el masón al huevo debe darse además de, no en vez de la comida habitual. Las aves afectadas mostrarán de pronto todos los síntomas típicos del envenenamiento: parecen desanimadas y adormecidas, tienen la respiración fatigosa y dejan de volar. A menudo sufren fuertes diarreas, las cuales pueden incluso conducir a una muerte rápida. 

 

ESCAMAS FACIALES Las escamas faciales son provocadas por ácaros (Knemodoktes pilae), los cuales atacan la zona de la piel de alrededor de los ojos y el pico, y también, en lo casos serios, las patas y los dedos. Estos pequeños parásitos aracnoides anidan en las capas exteriores de la piel, donde ponen huevos. Si no se tratan, las irritaciones, escamaciones y excrecencias resultantes aumentaran gradualmente, y pueden producirse serias deformidades en el pico. La afección se propagara de un ave a otra si no se toma ninguna medida preventiva.

Pueden aplicarse benzilbenzoato, gel de petróleo o glicerina a las costras, que son escamas con forma de celda de panal de abeja. El aceite mineral es otra posibilidad, pero tenga cuidado de aplicarlo sólo sobre el área infectada; no vierta nada de aceite en el plumaje. (Use como aplicador un palito de algodón). En los casos serios, consulte a un veterinario especialista en aves, que tratará la afección con pomada Eurax o con Ivermectina (Equalan), una medicación inyectable.

Quite cualquier costra escamosa que se desprenda tan rápidamente como sea posible y quémela si puede. A continuación, evite la ulterior propagación limpiando la jaula, las perchas, las cajas dormitorio y las cajas-nido. Las escamas faciales no constituyen una enfermedad peligrosa, pero si una molestia engorrosa que requiere grandes cuidados para asegurarse de que se erradica completamente. Por fortuna, al parecer, las ninfas (carolinas) se infectan con menos frecuencia de escamas faciales que los periquitos, en los que la enfermedad es bastante común.

 

FRACTURAS Las fracturas de la pata o el ala pueden evitarse manejando a las aves con cuidado y protegiéndolas de perros que ladren y gatos merodeadores. Si ocurriera un accidente, consulte a un veterinario especializado, especialmente si es usted un principiante en el cuidado de las aves.

Pero si se siente capaz de tratar una pata rota por si mismo, enderece las partes fracturadas y entablille la fractura a ambos lados de la pata con un par de palos delgados (las cerillas de madera o unos palillos de bambú son ideales). Mantenga las tablillas en su lugar enrollando gasas alrededor de la pata y ciñéndola con esparadrapo. Enrolle la gasa fuertemente; la idea es restringir el movimiento en el punto de fractura tanto como sea posible.

Cualquier vendaje permite un poco de movimiento. Para evitar esto lo más posible, vende la pata fracturada con pequeñas tiras de gasas que han sido tratadas con un fino preparado de escayola. Primero envuelva la pata dos veces, enderécela correctamente y sujétela en su sitio hasta que el yeso se endurezca. Entonces enrolle otro par de tiras alrededor de la fractura. Puesto que es más difícil enfrentarse con una fractura que esté más cerca del cuerpo del ave, puede ser especialmente útil usar el método de la gasa enyesada en estos casos. Mejor aún, estas fracturas delicadas debería tratarlas un veterinario de aves.

A veces es fácil confundir un músculo desgarrado con una pata rota. Esto puede ocurrir cuando un ave hace movimientos desesperados para liberarse tras estar atrapada en la tela metálica (a menudo por culpa de las uñas demasiado crecidas). Los músculos desgarrados no se curan fácilmente. Puede intentar inmovilizar la pata afectada con un vendaje, manteniéndola estática mientras la naturaleza sigue su curso.

Un ave con una herida de pata debe tenerse en una jaula hospital sin perchas hasta que se complete el proceso de cicatrización. Cubra el fondo de la jaula con turba a base de musgo. Oscurezca la jaula parcialmente y colóquela en una ubicación tranquila, para que el ave lesionada se mueva lo menos posible. Asegúrese de que la dieta contenga una adecuada cantidad de vitaminas y minerales.

Es mejor vendar las alas rotas y caídas con gasa. Haga un corte en la gasa, luego meta el ala doblada a través del corte. Enrolle gasa alrededor del cuerpo y fíjela a una pata para evitar que se deslice hacia fuera. Asegúrese de que el vendaje está fuerte sin que oprima demasiado al ave. Las fracturas del ala también requieren que se sitúe al "paciente" en un lugar oscuro y tranquilo durante varias semanas. Use una jaula sin perchas y que sea lo suficientemente baja para evitar que el ave vuele. Aunque la mayoría de las aves se acostumbrarán a la pata o ala tratada, algunas pacientes tendrán que llevar un collar isabelino para evitar que se picoteen en la herida.

Componer un ala rota es una tarea difícil, de ahí que lo mejor sea confiársela a un veterinario.

 

INFECCIONES PRODUCIDAS POR LA ESCHERICIA COLI Las infecciones producidas por la Escherichia coli, una bacteria gram-negativa, generalmente conocida como E. coli, pueden plantear serios problemas paras las ninfas (carolinas). Las principales victimas de la E. coli son los humanos, pero las aves no son inmunes a ella. No acepte que nadie le diga que las E. coli son residentes normales de los intestinos del aves. No lo son. Y si se extienden a los pulmones, al hígado y al corazón, pueden provocar una muerte rápida.

La mejor prevención es cuidar la higiene. Lávese las manos antes de trasladar aves, preparar alimentos, inspeccionar nidos o llevar a cabo otras actividades con ellas. Prevenga la contaminación fecal y evite la comida pasada, la suciedad en el agua, en las perchas, en las cajas-nido y en los suelos de las jaulas y aviarios, así como otras fuentes de contaminación.

El tratamiento consiste en 3 o 4 gotas de Kaopectate o Pepto-Bismol cada 4 horas, administrado con un cuenta gotas de plástico. Esto aliviará y protegerá la inflamada región digestiva. Busque asistencia veterinaria si no se observa una rápida mejora en 24 horas; el veterinario puede recetar el uso de muchos antibióticos que le proporcione alivio.

 

INFECCIONES DEL UROPIGIO Ocasionalmente, el uropigio se infecta y se puede formar un absceso si el orificio se bloquea. En tales casos, aparece una marcada protuberancia en la cola y el ave sufre visiblemente. Un ave que sufre picotea y se rasca en el lugar afectado, llegando incluso a arrancarse las plumas adyacentes a la glándula. Después de algún tiempo, el absceso puede reventar, dejando manchas de sangre en las perchas y otras zonas en lasque el ave habite. El cuidador de aves concienzudo no debe dejar que el problema llegue a esta fase.

Una infección crónica normalmente se produce por la súper producción de las secreciones, así que podemos aliviar los síntomas hasta cierto punto apretando con cuidado la glándula a intervalos frecuentes. Si la sola presión no ayuda, será necesario consultar a un veterinario de aves, quien abrirá el absceso con un escarpelo para extraer el contenido. Será necesaria una aplicación de antibióticos y algo para detener la hemorragia.

Con estos mismos síntomas, también es posible que haya un tumor en el uropigio. Estos tumores por lo general son benignos, pero en tales casos se debe operar, procurando que no se produzca una excesiva perdida de sangre.

LA MUDA FRANCESA La muda francesa o B.F.D. (Budgerigard Fledgling Disease, o enfermedad de los polluelos de periquitos)

La mayoría de los aficionados a las aves conocen la muda francesa, aunque afortunadamente es poco común en inseparables y ninfas (carolinas). Generalmente, empieza en las aves jóvenes cuando están todavía en el nido. Se han sugerido muchas teorías referentes a la causa de la muda francesa, pero no existe evidencia alguna de que un virus sea responsable. En la mayoría de los casos de muda francesa, un ave que esta apunto de dejar el nido y huye de repente perderá su cola y sus plumas de vuelo recién adquiridas, o estas se quebraran. Generalmente, las plumas afectadas son las primarias de vuelo y de la cola, pero en los casos serios también se incluyen las plumas secundarias. ¡Tampoco es raro ver aves totalmente desplumadas! Por el contrario, algunos casos de muda francesa son tan leves que son casi o completamente indetectables; algunas aves solo pierden unas pocas plumas de la cola e incluso son capaces de volar. Es interesante observar que en la muda francesa las plumas se pierden a menudo simétricamente.

Una inspección diaria de las ninfas (carolinas) con esta enfermedad mostrará que las primarias internas son normalmente las primeras afectadas. Solo se pierden las plumas que están creciendo; a las que han crecido completamente no les afectan.

¿Qué puede hacerse con la muda francesa? La respuesta es decepcionante: nada o muy poco. Puede criar ninfas (carolinas) durante años sin ver un solo indicio de muda francesa y de repente esta alteración puede darse entre sus aves sin ninguna causa aparente. Es interesante observar que algunas parejas de aves del mismo aviario produjeron polluelos sanos, aunque tenían exactamente la misma alimentación, alojamiento y cuidados que las aves afectadas. El único remedio es parar la cría, separar las aves y dejarlas descansar durante al menos seis meses.

LOMBRICES Las infecciones por lombrices en ninfas (carolinas) que viven en aviarios de exterior son difíciles de evitar. Las lombrices son introducidas por las aves en libertad que se posan sobre el aviario y dejan caer sus excrementos dentro.

Las lombrices intestinales (Áscaris) empiezan como larvas blancas y largas que crecen hasta alcanzar la madure en los intestinos de las ninfas (carolinas) que se las tragan. Las lombrices adultas, a su vez, ponen huevos que salen del cuerpo del ave a través de los excrementos. Las aves infectadas pronto pierden peso, desarrollan un plumaje pobre y pueden sufrir diarrea o estreñimiento. Para confirma la infección parasitaria, lleve una muestra de las deposiciones a su veterinario, que probablemente le recetara piperacina o levamisol. La mejor prevención es tener a las ninfas (carolinas) en unas condiciones de higiene y salubridad de primera clase. Si el suelo del aviario esta hecho de hormigón, una dosis regular de manguera eliminara cualquier excremento infectado.

Los nematodos (Capillaria) empiezan como parásitos redondeados como hebras de hilo que alcanzan la forma adulta en el buche o en el intestino de la ninfa (carolina). Las lombrices adultas ponen huevos que salen del cuerpo del ave en los excrementos. Los indicios de infestación son la diarrea y la perdida de peso. Confirme el problema llevando analizar una muestra de las deposiciones. De nuevo el veterinario probablemente recetará piperacina o levamisol, y la prevención dependerá igualmente de una excelente higiene y salubridad. Para limpiar los suelos use Clorox en una disolución de unos 170 gr. Por casi 4 litros (3,8 litro) de agua (una solución al 9%); puede ser corrosiva para el metal al descubierto.

MUDA La muda no es un estado patológico. Las plumas de las ninfas (carolinas) están sometidas a un gran desgaste y deterioro. Los efectos del tiempo y del viento (temperatura, humedad, cantidad de luz que reciben), el acicalamiento de las plumas, la construcción del nido, los polluelos merodeando entre ello buscando su calor, todo ello afecta a las plumas de una ninfa (carolina). Esta es la razón por la cual cambian su plumaje una vez al año. De hecho, las aves de pico curvado mudan durante todo el año, con la llegada del verano, después de la época de reproducción y cuando las crías se han hecho independientes. Se puede deducir de esto que las funciones de los órganos sexuales (testículos, ovarios, etc.) están estrechamente relacionadas con la muda. Además, una muda normal, sin problemas, depende de la estación del año, de la temperatura, de la humedad y de la dieta de la ninfa (carolina). Se puede observar que la muda es mas intensa después de una primavera calida y un buen comienzo del verano que durante los meses fríos y húmedos. En algunos casos, un ave esta tan ansiosa de mudar que continuamente encrespa y agita sus plumas, llegando incluso a arrancárselas con el pico, de lo que obtiene, se entiende, algún alivio. Normalmente, sin embargo, esta es una temporada de descanso para las ninfas (carolinas), en la que evitan toda actividad innecesaria. La investigación ha mostrado que la temperatura corporal de un ave es un poco más alta de lo normal durante la muda. Pero durante una muda insatisfactoria la temperatura puede disminuir. Durante este periodo, las ninfas (carolinas) necesitan una dieta rica en proteínas (las plumas están formadas por proteínas en un 88%). También son susceptibles de fracturas de huesos, debido a la reabsorción de calcio del tejido óseo. Como las plumas nuevas están formadas de proteínas, existe la posibilidad de que un ave que reciba raciones insuficientes las use para completar su dieta.

Ocasionalmente, una ninfa (carolina) puede perder demasiadas plumas de una vez y tener dificultades para reemplazarlas. Dicha muda se llama anómala. Una ninfa que pierde plumas en la estación indebida, también esta sufriendo una muda anómala. En la mayoría de los casos, estas mudas anómalas son causadas por factores ambientales externos tales como temperaturas inusualmente altas o bajas, cambios de tiempo repentinos, sobresaltos, enfermedades o miedo. Una de las causas más comunes de muda anormal es una disfunción de la tiroides. Visite a su veterinario, quien determinara si es necesario un suplemento dietético.

Otro tipo de muda es la llamada muda por conmoción o sobresalto (muda de "shock"), en la que la ninfa (carolina) de repente empieza a perder plumas fuera de la época normal de muda. Dicha muda puede ocurrir si el ave esta sometida a sobresaltos o tiene miedo; por tanto, es mejor tratar a las ninfas (carolinas) con cuidado y ternura, especialmente a aquellas recién adquiridas y que están todavía descubriendo su entorno.

También debe dejarse en paz a las ninfas (carolinas) jóvenes para que de modo gradual, pero seguro, se vayan acostumbrando a su cuidador y a su entorno. Es por tanto esencial no molestarlas por la noche. Los gatos, lechuzas, comadrejas, ratones, ratas y otros animales por el estilo deben mantenerse alejados del aviario para que no asusten a las ninfas y les provoquen una muda de "shock". Se han reportado casos con la muda de "shock" tras ser sacadas las aves para tratarlas de una enfermedad completamente. Con este tipo de muda la ninfa normalmente pierde las plumas de la cola o del plumón, pero con muy poca frecuencia las plumas de las alas. La muda de las plumas de la cola puede compararse a la auto-mutilación (o desprendimiento de la cola) de muchas especies de lagarto. Un depredador acaba con un bocado de plumas de la cola mientras el ave se escapa.

A veces es posible que una ninfa (carolina) sufra una muda permanente. Este viene provocado normalmente por una insuficiencia de diversos aminoácidos en la dieta del ave. En tales casos la muda normal puede estar también incompleta. Corrigiendo la dieta generalmente se soluciona el problema. Las proteínas animales y vegetales son necesarias, y debe suministrarse un buen suplemento de vitaminas y minerales a intervalos regulares y frecuentes. La ninfa (carolina) debe estar confortablemente alojada y protegida del frió, del viento y de las oscilaciones de temperatura. En los meses más fríos se les puede proporcionar calefacción suplementaria (en forma de lámparas de cerámica, por ejemplo). El uso de una vita-lite tiene un efecto beneficioso en la salud y vitalidad de las ninfas. La vita-lite es una bombilla fluorescente que produce el espectro de color completo de la luz solar natural y aproximadamente un número similar de micro-vatios de rayos ultravioletas por lumen. Además, la vita-lite ofrece las ventajas biológicas de la luz natural, cosas que otras luces artificiales no tienen. Una luz con el espectro de color completo (especialmente la parte ultravioleta) puede tener una influencia muy significativa sobre las funciones biológicas de la ninfa, incluyendo la producción de vitaminas en el cuerpo y la fijación de calcio en los tejidos óseos. Es un hecho científico que la calidad de la luz desempeña un papel importante en que las funciones biológicas sean satisfactorias. Por tanto, es recomendable la vita-lite como adquisición necesaria para los aficionados que tengan a las ninfas (carolinas) en interiores.

 

PICAJE

El hecho de arrancarse las plumas tiene lugar frecuente hacia el final de una muda normal o anómala. No es difícil comprender que estos procesos dermatológicos causen picazón, que provoca que las aves se rasquen y luego empiecen a desplumarse (o a arrancarse las plumas). Después de eso, un ave puede seguir arrancándose las plumas, simplemente para aliviar el aburrimiento. Es verdad que esta última explicación no tiene una base científica sólida, pero hasta aquí no parece haber otra razón para el fenómeno. Sigue siendo un hecho que las ninfas (carolinas) que no tienen nada mejor que hacer a veces acaban arrancándose las plumas habitualmente, y en el plazo de unas pocas semanas pueden desplumarse casi por completo. La mayoría de las aves de pico curvado pueden desarrollar este mal hábito, pero especialmente las ninfas (carolinas) y las cacatúas.

El vicio de arrancarse las plumas empieza generalmente con que el ave se arranca algunas plumas viejas que deben quitarse (o al menos eso piensa el ave). Luego dedica su atención a plumas nueva, tal vez a las que están sin desarrollar. Esto produce picazón y, posiblemente, agradables o estimulantes sensaciones, y entonces ¡empieza y no acaba! Muchas plumas pueden ser mordisqueadas en la base, dejando solo el cálamo. Estos últimos fragmentos inhiben el crecimiento de nuevas plumas y deben ser extraídos, especialmente los de las alas. Para hacerlo sujete el ala firmemente con una mano y con un par de fórceps estire el fragmento de la pluma en ángulo recto. Tenga algunos algodones hidrófilos al alcance para detener la hemorragia. En algunos casos, puede ser necesario usar un preparado antihemostático (coagulador de la sangre) para detener la hemorragia. A veces un ave puede sangrar seriamente tras mordisquear en la base de una pluma nueva. Los peores casos de hemorragia son los de las plumas de las alas y de la cola. Un ave enferma puede debilitarse rápidamente por la perdida de sangre. Si no tomamos medidas inmediatamente, existe el peligro de que el ave muera por la perdida de sangre.

Es un hecho interesante observar que las mayorías de las ninfas (carolinas) que se arrancan las plumas (al menos en los Estados Unidos) están también infectadas con giardiasis, un protozoo parásito intestinal que causa prurito (intenso picor de la piel intacta), lo cual conduce al acto de desplumarse. Parece que las ninfas (carolinas) europeas raramente sufren prurito.

El primer recurso para evitar que las aves se arranquen las plumas es darle algo que las mantengan ocupadas. Cuelgue diversos cabos gruesos de cuerda en el aviario o jaula; déles ramitas de árboles frutales, de sauce y aligustre. Las aves estarán ocupadas alegremente jugando y picoteando estas golosinas. Mejore la dieta, especialmente proporcionando minerales, proteínas, vitaminas y aminoácidos adicionales. Las ramitas de sauce contienen lignina, aminoácido que es efectivo para curar.

Otra manera de abordar el problema es asegurarse de que la temperatura no sea demasiado baja ni la humedad demasiado alta; de que hay buena luz y ventilación en el espacio perteneciente a las aves; de que tienen unas instalaciones adecuadas para el baño (un débil riego por aspersión mediante una manguera, especialmente en días calidos, es muy recomendable), y de que la instalación no este tan atestada de plantas, utensilios y otros artículos que impidan la libertad de movimientos de las aves. Las "desplumadotas" persistentes deben llevar puesto un collarín o collar isabelino, que se puede hacer de cartón fuerte, pegado alrededor del cuello para evitar que alcancen el plumaje con sus picos sin que les impida comer y beber. Después de unas semanas con un collar y una dieta y alojamiento mejorado, es probable que el ave haya perdido el deseo de arrancarse las plumas. A veces este vicio puede deberse a que el ave este hipersexuado y frustrado, es decir, a una situación hormonal. Si todas las demás soluciones fallan, su veterinario puede recomendar el uso juicioso de progesterona.

El hecho de arrancarse las plumas puede conducir al canibalismo. Es por tanto importantísimo quitarle al ave todas las plumas dañadas; en seis u ocho semanas nuevas plumas la sustituirán. Si se dejan las plumas dañadas, el ave las mordisqueara hasta que tarde o temprano se dañen la piel, provocando una serie de hemorragias y abriendo el camino a la posibilidad de una segunda infección. Los inseparables, las aves de género Neophema (que comen del suelo) y las rosellas (Platycercus), así como las ninfas (carolinas), pueden también desarrollar el mal habito de arrancar las plumas a sus polluelo hasta dejarlos calvos. No es raro en tales casos ver que los jóvenes que dejan el nido están totalmente calvos en el cuello, en la cabeza y parte de la espalda. En los casos serios, las plumas de vuelo y de la cola pueden también ser arrancadas, pudiendo incluso dañar los folículos de las plumas. Las plumas de reemplazo crecen entonces de forma anormalmente torcida.

Existen pulverizadores comercializados con un sabor repugnante y que se dice que evitan que los adultos desplumen a los polluelos. Esta pretensión parece dudosa si consideramos que el sentido del gusto de un ave esta poco desarrollado. Algunas aves adultas son realmente persistentes en tirar de las plumas de sus crías. Todo lo que puede hacerse en tales casos es llevarse a los jóvenes y colocarlos al cuidado de padres de fiar. Si no hay padres adoptivos disponibles, los jovencitos pueden ser separados de sus padres por medio de una jaula con tela metálica del calibre suficiente como para que los padres alimenten a las crías a través de ella.

OBESIDAD Las ninfas (carolinas) que no hacen suficiente ejercicio porque sus jaulas son demasiado pequeñas o porque no tienen suficientes juguetes que las mantengan ocupadas pueden engordar demasiado. Las aves que no reciben una nutrición adecuada son también probables victimas de la obesidad.

El proceso de engordar demasiado es muy lento. Los propietarios deben de estar alerta y observar cuidadosamente los primeros indicios de obesidad. Cuando una ninfa (carolina) difícilmente puede sentarse en su percha, las cosas ya han ido demasiado lejos. El ave puede sentarse al fondo de la jaula, aletargada y jadeando pesadamente. Las líneas de su cuerpo se vuelven torpes, pesadas y redondeadas, y la piel presenta un aspecto amarillento que puede observar soplando las plumas del pecho o del abdomen. Eso es la grasa que brilla bajo la piel.

Las ninfas (carolinas) que sufren de obesidad tienen una vida mucho más corta que aquellas que hacen mucho ejercicio y tienen multitud de intereses. El ave obesa muda con dificultad y generalmente esta sentada con cara de aburrimiento. Deben impedir que sus ninfas (carolinas) engorden, y si alguna sufre de exceso de peso, debe tomar medidas correctivas. Lo primero es conseguir que las aves hagan mucho ejercicio. Las ninfas (carolinas) enjauladas deben soltarse a diario en una zona segura para que vuelen libremente al menos durante una hora. Las aves que viven en una jaula o aviario pequeño deben hacer aun más ejercicio. Plantéese alojarlas en jaula más grandes o colocar perchas complementarias esparcidas. Cuelgue algunas cuerdas de sisal fuertes en la jaula, junto con algunas ramas de mijo o semillas de grama. Las ninfas (carolinas) adoran jugar con estas cosas.

La segunda medida antiobesidad que debe tomarse es mejorar la nutrición de las ninfas (carolinas), proporcionándole grandes cantidades de verduras bien lavadas o frutas libre de productos químicos. No les de comida con un alto contenido de proteína o grasa. Y no parta del supuesto que "su ave esta gorda, así que si no le doy de comer durante unos días recuperara la línea". La ninfa (carolina) debe ser alimentada, pero con el tipo de comida correcto. Morirá, por muy gorda que este, si no recibe ningún alimento.

 

PICOTEO DE LOS HUEVOS De vez en cuando las ninfas (carolinas) picotean los huevos que descansan en el nido. Tome medidas inmediatamente y saque al ave en cuestión de la jaula o aviario. No existe causa conocida que explique esta conducta, pero seguramente las probabilidades de que se dé son mínimas si proporciona a sus aves la alimentación, alojamiento, crianza y entrenamiento adecuados. 

 

PSITACOSIS La psitacosis es una enfermedad de los loros y periquitos que se llama ornitosis en otras especies de aves. Se da solo muy de vez en cuando en las ninfas (carolinas)

Esta seria enfermedad la causa en todos los casos un parásito intracelular Chlamydia psittaci, que se distingue de todos los demás microorganismos por su ciclo de crecimiento único. La psitacosis se da especialmente en operaciones de crías sucias y puede ser traída por aves importadas, especialmente por aves de contrabando. No se fíe de ninfas (carolinas) con aspecto sucio. Pueden parecer sanas, pero un examen cuidadoso quizá revele que están infectadas.

La psitacosis es susceptible de presentar gran variedad de síntomas, por lo que es difícil de diagnosticar, especialmente en sus primeras fases. Generalmente, empieza por un fuerte resfriado, el goteo húmedo de los orificios nasales, dificultades respiratorias y una respiración ronca y silbante. El animal parece agotado y a menudo tiene diarrea. Antes de que la enfermedad llegue a ser fatal, con frecuencia el ave sufre calambres.

Existe una variedad de psitacosis leve que a menudo puede ser curada del todo. No obstante, ha de saber que las ninfas (carolinas) recuperadas pueden ser contagiosas, tanto para otras aves como para los humanos. Cualquier caso de esta enfermedad plantea una situación de riesgo, razón por la cual debe advertirse de ella a las autoridades sanitarias.

Los seres humanos también pueden contraer la psitacosis. La enfermedad suele empezar con los síntomas de un resfriado y puede dar lugar a una infección pulmonar. En otros tiempos, la enfermedad era peligrosa, pero con el descubrimiento de los antibióticos este peligro ha quedado eliminado, siempre y cuando se consiga a tiempo el diagnostico y el tratamiento. A mediados de los años sesenta, muchos países impusieron fuertes restricciones a la importación de aves de pico curvo. En general, los loros importados deben mantenerse en cuarentena a su llegada durante 30 días, y reciben un tratamiento preventivo con clorotetraciclina. Se trata a las ninfas (carolinas) infectadas durante 45 días con este fármaco.

 

QUISTES DE LAS PLUMAS Otro estado que a veces se da en las ninfas (carolinas) son los quites en las alas. Estas protuberancias, que no deben confundirse con tumores, son consecuencia del crecimiento del cañón de una pluma dentro del folículo de la pluma. Las plumas se apelotonan bajo la piel y no pueden salir hacia fuera. Cuando mas crece la pluma bajo la piel, mayor es el tamaño del quiste. Si se abre, se vera que el quiste contiene una sustancia parecida al queso. Un quiste que permanezca sin tratar, con el tiempo se abrirá, por lo que existe la posibilidad de una segunda infección. En algunos casos, el ave misma picoteara el quiste abierto. La exudación resultante se endurece en contacto con el aire y forma una costra que sigue creciendo con la pluma. Finalmente, se desprenderá.

Si un ave tiene varios quistes en las plumas, un veterinario de aves deberá extirpar quirúrgicamente tanto los quistes como las plumas anormales. Cualquier hemorragia que tenga lugar pueden detenerse utilizando algodón estíptico o incluso mediante una delicada cauterización. Las heridas grandes, especialmente aquellas causadas por la extracción de quistes íntegros, podrían necesitar la sutura de la herida. Dichas operaciones son generalmente seguidas por un tratamiento antibiótico. Los quites ubicados en la espalda o en la cola es mejor extraerlos por completo; esta operación puede realizarse con anestesia local, aunque no siempre es necesaria.

 

RESFRIADOS Las dificultades respiratorias pueden prevenir de todo tipo de problemas: corrientes de aire, bajas temperaturas, falta de vitamina A, tensión nerviosa, y exposición a diversas bacterias, hongos y virus. Sabrá que su ninfa (carolina) tiene dificultades respiratorias si su reparación es rápida y audible. Tendrá el pico abierto y agitará la cola arriba y abajo. La ninfa (carolina) estornudará y toserá, tendrá secreciones nasales y perderá el apetito. En la mayoría de los casos, se sentará abatida en un rincón con las plumas encrespadas.

Dicha ninfa (carolina) enferma necesita un tratamiento inmediato. Sáquela de la jaula o aviario, colóquela en un ambiente cálido y reduzca su tensión. Limpie cualquier secreción nasal frotando suavemente y despacio con una bola de algodón. Utilice un vaporizador para pulverizar con una fina y cálida nube de agua el interior de la jaula a fin de aliviar y humedecer el revestimiento inflamado de la región respiratoria. (Un vaporizador normal, disponible en farmacias, servirá). En cualquier caso, consulte a un veterinario de aves, y compruebe que el alojamiento, la ubicación, la alimentación y la temperatura son los adecuados.

 

RETENCIÓN DE HUEVOS Las ninfas (carolinas) que están correctamente alojadas y alimentadas raramente sufren la retención del huevo, un problema que provoca que el ave no sea capaz de poner un huevo que esta listo para salir. La hembra afectada tiene aspecto de estar enferma, se encorva, normalmente esta en el suelo (raramente dentro de la caja-nido), se mueve poco y, en la mayoría de los casos, es fácil atraparla con la mano. Si palpa su abdomen, percibirá rápidamente el problema: el huevo esta bloqueado.

En el curso normal de los acontecimientos, un huevo no pasa más de 24 horas en la amplia región que lleva desde el ovario a la cloaca, ni en la cloaca misma. En el momento oportuno, los músculos de la parte baja del ovario empujan hacia dentro de la cloaca y entonces, en poco tiempo, expulsan el huevo fuera del cuerpo. Los músculos implicados pueden dejar de funcionar adecuadamente debido a un resfriado, a la tensión nerviosa (como los escalofríos), a haber criado demasiadas veces ese año, al bajo tono muscular (por edades avanzadas o por no estar en forma) o a una carencia de calcio y/o ciertas vitaminas. El ave afectada intentará valientemente poner el huevo, pero sea en vano.

Otra causa de la retención del huevo en las ninfas (carolinas) es que estos no tengan cáscara o tengan una muy fina (huevos "de viento"). Este estado puede deberse a alguna disfunción al depositarse el calcio sobre el huevo o a una insuficiencia de calcio en el cuerpo de la hembra. La cáscara ausente o débil tiende a provocar que el huevo se quede atrapado porque los músculos del ovario y e la cloaca no pueden agarrar bien una masa tan blanda.

La retención del huevo es del todo evitable en circunstancias normales. Claramente, es necesario prepararse para prevenir cualquier deficiencia de vitaminas o minerales. Asegúrese de que la ninfa (carolina) disfruta de una dieta equilibrada mientras esta criando, que contenga un adecuado suministro de alimento verde y semillas en brote. Para evitar los huevos "de viento", asegúrese de que sus aves tienen suficiente calcio, sobre todo fosfato de calcio. La gravilla para ninfas (carolinas) comercializada contiene los minerales clave, incluyendo el calcio, así que realmente no tiene que hacer más que asegurarse de que siempre haya mucha gravilla en la jaula o aviario. El jibión de sepia también debe estar disponible en todo momento, y durante la época de reproducción, un poco de pan y leche con queso rallado no les iría nada mal.

Una precaución mas para reducir la posibilidad de que se de la retención del huevo consiste en no empezar a hacer criar sus aves demasiado pronto en la temporada de cría. La temperatura y la humedad no son probablemente las más ideales tan pronto. En los estados más fríos de Norteamérica es recomendable no empezar a criar hasta finales de marzo o mediados de abril. Además, nunca haga criar a hembras que sean demasiado jóvenes. Las ninfas (carolinas) inmaduras tienen muchísimas posibilidades de ser candidatas a sufrir la retención del huevo.

Por fortuna, la retención del huevo es completamente curable, siempre y cuando actué lo bastante rápido. En primer lugar, utilice un cuentagotas de plástico para poner unas pocas gotas de aceite mineral caliente en la cloaca, a fin de que el huevo pueda deslizarse más suavemente. En segundo lugar, traslade a la hembra a una jaula hospital y suba la temperatura a aproximadamente 32 ºC con una lámpara de infrarrojos. La calidez ayudara a su ninfa (carolina) a recuperarse. Mejor incluso, consulte a un veterinario especializado tan pronto como observe cualquier indicio de retención de huevo. Inyectándole a la ninfa (carolina) calcio y otras medicinas, el veterinario puede conseguir estimular las contracciones del oviducto. En algunas ocasiones, el veterinario recomendará la extirpación quirúrgica del huevo.

 

SALMONELA La salmonela causa muchas victimas entre las ninfas (carolinas) jóvenes. La bacteria salmonela, semejante a una varilla, provoca diarrea, dolor en las articulaciones y desordenes nerviosos. Las bacterias son trasmitidas a través de los excrementos de las aves infectadas o bien de la saliva (cuando los padres alimentan sus polluelos). Los organismos de la salmonela también pueden introducirse en los huevos.

Existen cuatro manifestaciones de la enfermedad que a veces se dan todas a la vez.

Salmonela intestinal: las bacterias traspasan las paredes del intestino, lo que provoca diarrea con excrementos pestilentes, espesos, verdes o marrones, rodeados de mucosidad y que contienen partículas de alimentos sin digerir. (El color verde en los excrementos puede indicar también infección de bilis. Consulte a un veterinario especialista en aves inmediatamente).

Salmonela de las articulaciones: una fuerte infección intestinal puede dar lugar a que las bacterias se introduzcan en el flujo sanguíneo e infecten todo el cuerpo, incluyendo las articulaciones óseas, con el consiguiente dolor y produciéndose una intensa inflamación. El ave infectada aliviar el dolor dejando de utilizar las alas y las patas.

Salmonela de los órganos: tras la penetración de las bacterias en el flujo sanguíneo, pueden infectar todos los órganos internos, especialmente el hígado, los riñones, el páncreas y el corazón, así como diversas glándulas. El ave enferma se vuelve inactiva, se queda alicaída en un rincón de la jaula o del aviario, su respiración se vuelve entrecortada y su visión disminuye.

Salmonela de los nervios: la salmonela puede infectar los nervios y la espina dorsal, lo que puede provocar la perdida de equilibrio y parálisis. Los síntomas típicos son la dificultad para girar el cuello, la suciedad de la cloaca y contracciones semejantes a calambres en los dedos de las patas.

Las ninfas (carolinas) infectadas por la salmonela presentan serios problemas intestinales al cabo de tres o cuatro días. Las bacterias se multiplican en el revestimiento intestinal y acaban por pasar a la sangre. Las victimas se producen rápidamente entre las aves jóvenes que carecen de inmunidad. Las aves más viejas, sin embargo, incuban la enfermedad durante largo tiempo, y si no se las trata adecuadamente se convierten en portadoras capaces de infectar a otras aves a través de sus oviductos y sus excrementos.

Fuertes perdidas de aves jóvenes durante la época de cría son un indicio de que existe salmonelosis en la partida. Conviene llamar a un veterinario inmediatamente para que examine las muestras de sangre y las aves muertas.